0803.

¿Y su aún le quiero?

No, realmente creo que no. Ya sus miradas no hacen que tenga una sonrisilla tonta en la cara; no me hacen ilusión sus toques, ni siquiera sus SMS.
Ya estoy cansada de decir que sí, de decirtelo; decirte que te quiero, pero NO, ya no es así.

Saber escuchar..

 Camina despacio con los zapatos en la mano. Está lloviendo. Hace frío y él no está para arroparla con su preciosa chaqueta con olor a colonia. El rimel que corre por su cara indica que no solo está pálida por el frío, sino porque está llorando. Hace una hora que él se había marchado con sus amigos sin haberla avisado, dejandola sola. Ella está perdida, sin un rumbo fijo, no sabe donde ir. Está dolida. Se sienta en un banco y allí se queda dormida.
Un pequeño rayo de sol acaricia sus mejillas. Ella despierta. Sigue sola pero ya no llueve y el sol ha salido. Comienza a caminar de nuevo. De pronto escucha una voz que la llama..
- ¿ Donde estabas ? Llevo toda la noche buscándote.
- Vete, no quiero hablar contigo. Anoche me dejaste sola.
- Tan solo fui a tomar alguna copa más con ellos.
- Ya es tarde para ponerme escusas.
Ella se da la vuelta, intenta no girar la cabeza. Le ama con todas sus fuerzas pero ya la ha hecho suficiente daño. Ella comienza a caminar. Pero él la retiene, la agarra por la cintura y acerca sus labios a los de ella mientras la susurra:
- Que tú eres mi vida, que te amo y nunca te volveré a hacer daño. Te lo prometo.

Te quiero.

~ Aún sigues ahí.

Ella le mira, no sabe como evitarlo, la verdad es que no puede, es imposible. Él sigue siendo parte de ella. Pero cuando él gira la cabeza y se queda contemplandola, ella evita su mirada.
No sabe como curar las heridas del pasado; por eso LLORA.
Siempre que escucha el ruido de su moto, corre para verle, aunque sabe que él no parará para saludarla. Recuerda todos aquellos momentos vividos en su VESPINO color amarillo. Cuando él la llevaba a lugares que sólo ellos conocían. Aquellos paseos bajo el cielo estrellado. Sus TE QUIERO entre las sábanas.
Ella no sabe como evitar sus salidas nocturnas, hasta llegar a su casa, fumarse un cigarrito delante de su puerta y recordar las veces que ha estado allí con ÉL. Siempre piensa que él saldrá a recibirla, la besará, la dirá cosas al oido y después se irán a contar las estrellas. Tal y como hacían antes, tal y como se expresaban.
Todo lo que se querían. Tantos recuerdos lejanos. Tantas palabras aún guardadas.
Ella quiere hablar con él, quiere saber toda la verdad. Pero él no la dirige la palabra, la recuerda como un susurro lejano

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/ Ti amo..#

Amanece descalza sobre la arena. Ella despierta, está sola. No puede creer que todo hubiera pasado tan rápido, piensa que todo ha sido un sueño. Él ya no está y ella ya no puede hacerle esa pregunta que la pasa por la cabeza; ella le quiere pero..¿Él a ella?. Era tarde para preguntarselo pero ella creía que nunca sería tarde, que algún día él volvería. Ella esperó y él no vino. Al final ella se fue con lagrimas en los ojos mientras en su cabeza resonaban sus últimas palabras:
-Nunca me separaré de ti, mi vida.