domingo, 6 de junio de 2010

Saber escuchar..

 Camina despacio con los zapatos en la mano. Está lloviendo. Hace frío y él no está para arroparla con su preciosa chaqueta con olor a colonia. El rimel que corre por su cara indica que no solo está pálida por el frío, sino porque está llorando. Hace una hora que él se había marchado con sus amigos sin haberla avisado, dejandola sola. Ella está perdida, sin un rumbo fijo, no sabe donde ir. Está dolida. Se sienta en un banco y allí se queda dormida.
Un pequeño rayo de sol acaricia sus mejillas. Ella despierta. Sigue sola pero ya no llueve y el sol ha salido. Comienza a caminar de nuevo. De pronto escucha una voz que la llama..
- ¿ Donde estabas ? Llevo toda la noche buscándote.
- Vete, no quiero hablar contigo. Anoche me dejaste sola.
- Tan solo fui a tomar alguna copa más con ellos.
- Ya es tarde para ponerme escusas.
Ella se da la vuelta, intenta no girar la cabeza. Le ama con todas sus fuerzas pero ya la ha hecho suficiente daño. Ella comienza a caminar. Pero él la retiene, la agarra por la cintura y acerca sus labios a los de ella mientras la susurra:
- Que tú eres mi vida, que te amo y nunca te volveré a hacer daño. Te lo prometo.

Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario